El cómic español se doctora en la UMA

Fotos Tiojimeno

Del 14 de diciembre de 2017 al 13 de enero de 2018.
La Universidad de Málaga reunirá en una exposición a todos los ganadores del Premio Nacional de historias gráficas.

Una escena repetida hasta el cliché presenta a un joven leyendo un buen tocho con cara interesada hasta que el volumen cae y asoma lo que de verdad está devorando con los ojos: un cómic. El chiste coloca a la historia gráfica varios escalones por debajo de otras disciplinas (y lecturas) que se suponen de mayor enjundia intelectual. Una tendencia que en los últimos años ha encontrado un notable contrapeso con la llegada de los cómics a muchas librerías generalistas, con algunos títulos colados entre los más vendidos y con iniciativas institucionales como el Premio Nacional de Cómic, que equipara esta modalidad con la literatura, la poesía, el ensayo o la fotografía.


Justo el Premio Nacional de Cómic cumple una década y la Universidad de Málaga (UMA) prepara una ambiciosa exposición que reunirá los diez trabajos que han recibido la distinción. El proyecto lo pone en marcha la UMA de la mano del Vicerrectorado de Cultura y con el respaldo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que tiene previsto promover una gira del montaje por varias ciudades del país después de su estreno en el Rectorado malagueño.

El proyecto prevé una itinerancia posterior por varias ciudades del país a cargo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

Y aunque todavía queda para ver de cerca la exposición –prevista del 14 de diciembre de 2017 al 13 de enero de 2018– la propuesta ofrece ya unos mimbres más que atractivos. «El proyecto intenta, de una parte, ofrecer una panorámica del Premio Nacional de Cómic y, por otra, busca cierta pedagogía respecto a cada obra», avanza el profesor de la UMA y dibujante Pepo Pérez, a la sazón comisario de un proyecto surgido a partir de la idea del gestor cultural Francis Arrabal, que actúa como asistente del comisariado.

Max abrió el palmarés de los Premios Nacionales. Abajo, a la derecha, ‘El paraíso perdido’, último Premio Nacional de Cómic. A la izquierda, detalle de ‘Ardalén’, galardonado en 2013. 

Recuerda Pérez que el Premio Nacional se concede a una obra concreta, no a una trayectoria, lo que desembocará en una heterogeneidad notable dentro de las salas del Rectorado. Una diversidad que el montaje de la UMA intentará domar con asuntos relacionados con la propia historia de la novela gráfica en España y con en el libro-catálogo que se está preparando para la ocasión con material de todas las obras galardonadas y entrevistas con sus respectivos autores, realizadas por el especialista Gerardo Vilches.

Y así, el Rectorado ofrecerá al visitante el lenguaje alegórico y las referencias a la Historia del Arte presentes en Max (premiado en 2007 por ‘Hechos, dichos, ocurrencias y andanzas de Bardín el Superrealista’), pasando por la mirada hacia el pasado reciente de la historia de España que preside la obra de Felipe Hernández Cava y Bartolomé Seguí (Premio Nacional en 2009 por ‘Las serpientes ciegas’).

Memoria y olvidos

Un asunto, el de la Guerra Civil, también presente en ‘El arte de volar’, de Altarriba y Kim (galardonado en 2010), que el año siguiente dio paso al particular universo creativo de ‘Plaza Elíptica’, que le valió la distinción a Santiago Valenzuela, uno de los autores más singulares del cómic en España.

Portada de ‘Plaza Elíptica’. Abajo, a la derecha, ‘El arte de volar’, de Altarriba y Kim, premiado en 2010. A la izquierda, viñeta de ‘Blacksad’, Premio Nacional en 2014. 

Junto a él, la exposición programada en el Rectorado ofrecerá el trazo naturalista y la importancia de la memoria personal y colectiva en la obra de Paco Roca (premiado en 2008 por ‘Arrugas’), quizá el autor de historia gráfica más popular del país. El género negro a través de personales que son animales humanizados –o quizá viceversa– traerá el hito que supuso la serie ‘Blacksad’ de Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido (premiados en 2014), casi más reconocida fuera de nuestras fronteras que dentro.

Para cambiar eso también servirá la exposición de la UMA.

ANTONIO JAVIER LÓPEZ