martes, 27 de junio de 2017

Operación Salida ... por Txema Martin

Este verano en la provincia de Málaga se van a batir récords en retenciones de tráfico

El año pasado la DGT realizó un estudio sobre las retenciones en Málaga, que es una de las diez provincias con más atascos de España, algo que por otro lado no puede resultar raro si tenemos en cuenta nuestras circunstancias, que cada vez por cierto son más grandes. El análisis llegó a la conclusión de que las retenciones en nuestras carreteras no paran de aumentar a una velocidad propia de autopista alemana. Sólo en la A-7, que junto a la ronda oeste es la autovía más movida de nuestra provincia, se registraron entre enero y septiembre cerca de 50 millones de movimientos y 504 retenciones. En total fueron 749 atascos que se produjeron en la provincia en ese mismo período de siete meses. Estas cifras dan un poco de miedo: los atascos en Málaga hacen perder 64 horas al año a los conductores. Un conductor medio puede llegar a perder la friolera de 45 días al volante ya sea solo en el coche, con la señora o con amigos y familiares, con todos los bártulos propios de la playa.

Los atascos son fenómenos odiosos pero también han sido capaz de albergar en su ámbito cosas chulas. Julio Cortázar incluyó en 'Todos los fuegos el fuego' el que posiblemente es el mejor relato jamás escrito sobre el fabuloso mundo de las retenciones con un atasco interminable que quizás duraría un año entero y que tiene un final vertiginoso, sencillo, brutal. Godard hizo una adaptación con una película. En mi último atasco quise hacer un 'La la land' pero la cosa degeneró en un día de furia, que a su vez es el título de una película que comienza en un atasco y que el otro día salió como una de las mejores representaciones de la canícula en la historia del cine.

Las retenciones también le sirven a uno para reconciliarse con ese medio fabuloso que es la radio. En las retenciones escucho mucho Radio 3 pero cuando se ponen 'heavys' o pelmazos la recomendación general es pasarse a Radio Clásica, incluso a alguna otra emisora en la que te cuenten cosas. Atrapado en la caravana puedes incluso mejorar tu nivel de inglés con una emisora para guiris de las que radian en la provincia. Mientras escuchas cosas solo en un vehículo se produce esa alucinación recurrente que consiste en adivinar qué es lo que habrá producido este atasco, imaginar una vista de helicóptero para vislumbrar el origen de la detención de cientos de coches y que muchas veces comienzan con algo aparentemente cotidiano como un pequeño roce o una rueda pinchada. Mientras escribo esto hay un coche ardiendo en la autovía que de una manera milagrosa no ha producido ningún herido y ninguna retención y han pasado aviones caza por encima de nosotros. De forma inevitable este verano vamos a batir récords en retenciones de tráfico kilométricas que serán desesperantes y frente a las que se debería poner remedio. La fantasía última es el teletransporte. Los coches que vuelan, para cuándo.

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