domingo, 19 de febrero de 2017

Tras los dedos de Glenn Gould

La editorial Astiberri publica la novela gráfica Glenn Gould. Una vida a contratiempo, de la dibujante francesa Sandrine Revel. Se trata de una brillante, poética y respetuosa biografía ilustrada del virtuoso pianista canadiense. Lo mejor, que no cae en el recurso fácil de incidir en las numerosas excentricidades del genio de Toronto

Corría alto riesgo la ilustradora francesa Sandrine Revel a la hora de convertir en novela gráfica la vida del gran pianista canadiense Glenn Gould (Toronto, 1932-1982). Y lo corría porque su trabajo podía convertirse en una sucesión de excentricidades del genio que mejor reivindicó la obra para teclado de Johann Sebastian Bach. No hay más que pensar en otro genio temprano, Wolfgang Amadeus Mozart, y el chirriante catálogo de histrionismos varios con el que aparece inmortalizado en la película Amadeus, de Milos Forman, para ser conscientes del peligro.

Pero la ilustradora francesa, nacida en Burdeos en 1969 y con una veintena ya de álbumes a su espalda, ha sabido driblar el riesgo de caricaturizar en exceso al personaje y en Glenn Gould, una vida a contratiempo, publicada originalmente en Francia en 2015 y que este año edita el sello español Astiberri, el protagonista aparece retratado con una ironía casi siempre poética, sin obviar sus muchas manías pero sin que eso oculte su intensa vida interior.

Quizás por eso, en esta respetuosa y poética novela gráfica abundan las páginas en las que sólo vemos a Glenn Gould tocar el piano, mientras ofrece, concentrado, ese ballet muchas veces frenético de sus larguísimos dedos que parecen adaptarse como los de nadie a las teclas.

La dibujante de Burdeos ha tomado como partida de la novela gráfica el final, el infarto cerebral que sufrió un Gould casi ermitaño, volcado en sus grabaciones y en los hallazgos tecnológicos, después de haber dado la espalda a las actuaciones ante un público que terminó por detestar. Y resulta muy llamativo ese punto de vista, que comienza en el intrincado cerebro de Gould enfermo terminal y que no es sino la plasmación de un sueño que culmina en una suerte de gran estructura orgánica piramidal, como la de muchas de las composiciones de Bach.

La obra, a partir de ahí, es un juego de voces entre el presente, el pasado y la conciencia del intérprete de música clásica en su último otoño, el de sus 50 años.

Niño prodigio, alérgico a las compañías, pronto se hizo famoso por su maravillosa técnica pero también, todo hay que decirlo, por el mencionado catálogo de excentricidades: era un friolero consumado capaz de irrumpir en un caldeado estudio veraniego con ropa invernal y a la hora de tocar el piano –su piano, no cualquiera– debía hacerlo en la minúscula silla de madera construida por su padre y que le acompañó hasta el final. Y no queda ahí la cosa porque Gould no dejaba de canturrear mientras tocaba el instrumento, para desesperación de los técnicos de sonido que grabaron sus numerosos discos, incluidas sus dos grabaciones más famosas: sendas versiones de las Variaciones Goldberg de Bach, realizadas respectivamente en 1955 y 1981.

Sandrine Revel, que tiene un trazo muy claro con el que capta el espíritu del pianista, en lugar de obsesionarse con el parecido físico, ha transformado a Gould en una figura a la que admirar y como señala en una de las viñetas más logradas, que ocupa una página entera, «Cada cual debe vivir su vida con una dirección espiritual en mente». Esa viñeta, es un escenario a medio camino entre Magritte y Dalí, en el que pianista adulto, con ropa invernal por supuesto, contempla la sombra gigante de su propio perfil, coronada por su piano, en un paisaje rocoso con forma humana, en cuyos cielos repletos de nubes, que tanto le apasionaban, vuelan pájaros negros y un dirigible.

La novela gráfica tiene además el acierto de venir acompañada de un anexo, en el que aparece la lista de piezas ejecutadas por Gould que han acompañado a la autora durante la realización de la obra, así como una «discografía razonada» del artista, además de una lista de escritos, libros, revistas y DVD sobre él. Una obra perfeccionista y poética. Como el arte de Gould.




Alfonso Vazquez
FICHA
Glenn Gould. Una vida a contratiempo
SANDRINE REVEL
EDITORIAL ASTIBERRI
19 €
Sandrine Revel recrea en forma de retrato puzzle y en viñetas la vida del pianista canadiense, tratando de comprender a la persona detrás del personaje, de acercarse a la vida interior de un genio solitario, frágil y atormentado. Una obra para conocer mejor a un genio del piano del siglo XX.

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