miércoles, 24 de agosto de 2016

Lito "blues" Back


Lito Fernández, segundo ‘round’
Músicos malagueños rinden tributo al veterano guitarrista, que vuelve a la carga tras una delicada operación
La banda pionera del género en Málaga, la Lito Blues Band, comparte escenario este sábado en Torremolinos con la Sociedad de Blues y la Free Soul Band
Lito Fernández habla con una sonrisa permanente, ahora ya es capaz hasta de bromear sobre su «bajada a los infiernos». «¡Bicho malo nunca muere!», exclama. Hace nueve meses, el músico se sometió a un trasplante de hígado tras un año apartado de todo y «sin fuerzas» ni para coger la guitarra en casa. «Me obligaba para no perder las formas, pero estaba demasiado débil», recuerda. Pero la vida, esa que ha exprimido «como si no hubiera un mañana», le ha dado una segunda oportunidad. Y sus amigos quieren celebrarlo. Este sábado 27 de agosto, la plaza de la Nogalera de Torremolinos será el escenario de un ‘Tributo a Lito’ en el que participarán la banda de la Sociedad de Blues de Málaga (SBMA Band), la Free Soul Band y, por supuesto, la Lito Blues Band (22.00 h, entrada libre). «No soy muy amigo de estas cosas, pero no les voy a decir no...».



Sobre todo, cuando ellos se deshacen en elogios al hablar de él. «Es el pionero del blues en Málaga y una piedra angular del género en Andalucía. Y encima, una persona fuera de lo común. Había que reivindicarlo de alguna manera», señala Javier Martín, presidente de la Sociedad de Blues de Málaga. «Cuando empecé a tocar siempre iba a verle. Fue un espejo donde mirarse», indica Rafael Insausti, guitarrista de la Free Soul Band y Dry Martina. «Lo merece, nació con un don. Es un gran músico y queremos reconocer su trayectoria», explica Suzette Moncrief, la voz de la banda desde 1992 (además de vocalista de la Free Soul Band y de la SBMA).


Pero lo del sábado –organizado por la SBMA y el Ayuntamiento de Torremolinos– es, sin duda, la mejor excusa para festejar el «milagro» tras ese «gran susto»: «Ahora toca hasta mejor que antes», asegura la cantante. Lito abre bien los ojos y sonríe cuando se le refiere esta frase de su compañera de escenario. «No sé si lo haré mejor. Pero sí he recuperado la energía vital, ya no me acordaba ni de lo que era estar sano y es una maravilla. Hace que todo lo que he pasado haya valido la pena», afirma.






A sus 63 años, le ha cambiado el «chip», se cuida mucho más –«Mira, por ejemplo», afirma levantando la botella de agua que se ha pedido en la cafetería donde tiene lugar la charla– e incluso ha vuelto a estudiar música. «Estoy recuperando cosas que había dejado a medio aprender y a medio hacer», afirma. De hecho, ha vuelto a componer temas propios y espera grabarlos en un disco el próximo año.Será el tercero de la Lito Blues Band en sus 27 años de trayectoria. «¡Qué prolífico soy!», bromea.

Porque lo suyo siempre han sido los directos, los conciertos en festivales, ferias, garitos, clubes y salas desde que apenas tenía 15 años. Su padre tocaba el laúd y él le acompañaba a la guitarra en casa, hasta que su hermano le dio la alternativa en el grupo Los Tonardos, en los años 60, donde empezó a curtirse al ritmo de Los Beatles o Los Brincos. «Empecé a trabajar en una fábrica de Braun, ¡y duré un mes! Me quedaba dormido porque había trasnochado con la banda, aquello no me gustaba», reconoce. Ya entonces despuntaba. «Lito era uno de los mejores guitarristas que había en Málaga», recuerda José Moncada, batería ocasional de la banda y técnico de sonido. «Y por entonces un niño en un escenario era un capitán general. Tenía mucho éxito», añade.




Estudió cinco años en el Conservatorio de Málaga, pero sus métodos «antiguos» no le convencieron. Su escuela era la música que llegaba del extranjero a través de los discos que traían esos amigos que cruzaban las fronteras. «Descubrí a Jimi Hendrix y flipé en colores. Aquí no teníamos ni idea de lo que era el blues», cuenta. De las versiones pop-rock con distintas formaciones se pasó al rock genuino de Tabletom, y de ahí evolucionó hasta fundar en 1989 la primera Lito Blues Band. Su maestro en el género fue su buen amigo Richard Ray Farrell, guitarrista y armonicista neoyorquino al que conoció en una de sus estancias en Málaga. Con él giraría a principios de los 90 por Italia, Alemania, Austria, Francia, Suiza...


En esos inicios de la banda estaba Javier Martín, otro «superviviente de un género muy difícil en España». «En esa época se empezó a crear un tejido de blues que todavía hoy pervive», explica el bajista y guitarrista. Y mucho ha tenido que ver en eso el grupo que fundaron, por el que han pasado decenas de músicos a lo largo de sus casi tres décadas. Hoy integran la formación malagueña más veterana del blues Suzette Moncrief (voz), Nicolás A. Huguenin (batería), Jorge Blanco (bajo) y el jefe, Lito. Cambian sus miembros, pero hay cosas que se mantienen como entonces: «Nos sigue persiguiendo la policía igual que hace 30 años. A ver si de una vez por todas se regula la música en directo».


Él seguirá subiéndose a los escenarios con su banda, su tributo a Eric Clapton y los proyectos que le llegan con amigos. Con Perico, de Tabletom, prevé grabar un disco a dos guitarras. Lo afronta todo con energías renovadas porque, como confiesa, «no esperaba llegar aquí». Se equivocó. Le queda larga vida a la Lito Blues Band.

Regina Sotorrio
Diario Sur

No hay comentarios:

Publicar un comentario